viernes, 8 de julio de 2011

Frank Rijkaard



Poco espacio hay para más trofeos en las vitrinas de Frank Rijkaard, que ganó todo lo que se puede ganar como futbolista gracias a su pertenencia a Ajax, Milán y a la selección holandesa. Sólo el Mundial se le resistió a este elegante centrocampista salida de la cantera "ajacied" y que triunfó a lo grande con el mejor Milan, el de Arrigo Sacchi. Tras su etapa en San Siro volvió a casa para retirarse en el Ajax, al final de la temporada 1994-1995.
Como muchos futbolistas de élite, Rijkaard pronto desarrolló su interés por conocer todo lo relacionado con la dirección técnica de equipos. Junto a Ronald Koeman formó parte del staff técnico de la selección "oranje" en el Mundial de Francia, participando en el tercer puesto logrado por los neerlandeses.
Tras la salida del cargo de Hiddink, la sorpresa fue mayúscula cuando la elección de la Federación recayó en su inexperto asistente. Debutó con un empate ante Alemania en un amistoso, pero en los siguientes encuentros de preparación para la Eurocopa de la que los suyos eran anfitriones el rendimiento no fue el deseado.
Rompieron esa mala imagen cuando se acercaba el torneo, en el que alcanzaron las semifinales, y en el que sólo Italia fue capaz de separarles de la final en la tanda de penaltis.
Un minuto después de esa dolorosa eliminación renunciaba al cargo, "después de no haber conseguido el objetivo que se había marcado, ganar el título".
Después de un año sabático el Sparta de Rotterdam le ofrecía la oportunidad de entrenar a nivel de club, y Rijkaard recogió ese reto para la temporada 2001-2002. La goleada ante el Feyenoord en la jornada inaugural fueron preludio de una temporada complicada, que finalizó con el descenso del conjunto.
Con ese precedente nadie esperaba lo que iba a suceder a continuación. En el verano de 2003 el nuevo Barça de Joan Laporta apostaba por el holandés para liderar el proyecto culé. Proyecto que estuvo de hacer aguas a mitad de temporada, sobre todo tras una dura derrota ante el Racing (3-0). Sin embargo, el equipo se rehizo para realizar una segunda vuelta espectacular y firmar el subcampeonato liguero, que sirvió para cicatrizar las decepciones en Champions League y Copa del Rey.
Las siguientes dos temporadas tienen poco que contar, ya que fueron de éxitos absolutos, ganando dos Ligas (2005 y 2006); dos Supercopas españolas (2005 y 2006); y rematando el brillante juego de los Ronaldinho, Etoo, Xavi, Deco y compañía levantando la segunda Champions en la historia del Barça en 2006.
Con la conquista de la "orejona" se convirtió en la quinta persona, en orden cronológico, en conseguirla como jugador y entrenador. Se unía así a un prestigioso club formado, ni más ni menos, que por Miguel Muñoz, Giovanni Trapattoni, Johann Cruyff y Carlo Ancelotti.
Pero ese equipo de ensueño que había enamorado a medio mundo entró en decadencia, y tras dos temporadas sin títulos Joan Laporta anunció el 8 de mayo de 2008 el final de la etapa de Rijkaard en Barcelona. El "tulipán" sería sustituido por un técnico joven, sin experiencia, pero con un carisma innegable entre la parroquia culé, Pep Guardiola.
El desgaste de cinco temporadas al máximo nivel hizo que Rijkaard parara otra vez, y no fue hasta el 5 de junio de 2009 cuando el holandés aclaraba su futuro, que estaría ligado al Galatasaray durante las dos siguientes temporadas.
Consiguió meter a los leones en la fase de grupos de la Europa League, que superó como campeón. En la segunda ronda se acabó la suerte de los otomanos, que fueron eliminados por el Atlético con un gol in extremis de Diego Forlán.
El correcto año del Galatasaray se completó con la tercera plaza en la Superliga y los cuartos de final de Copa.
Sin embargo, no iba a terminar su segunda campaña en Estambul. La eliminación en la fase previa de la Europa League y un discreto inicio liguero (rematado por una sorprendente derrota ante el Ankaragucu) provocaron el despido del ex-técnico del Barça el 20 de octubre del año pasado que, curiosamente, era reemplazado por otro símbolo del club al que dirigía, Gica Hagi.
Tras ser objeto de todo tipo de especulaciones en los últimos meses, Rijkaard volvía a dar un triple salto mortal para dejar a todos con la boca abierta y firmar hace unos días por la selección de Arabia Saudí, donde es previsible que gane más dólares que partidos.

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