Miembro del equipo portugués campeón del mundo en Arabia Saudí de 1989, Paulo Alves centró la práctica totalidad de su trayectoria en su país, a excepción de dos experiencias en Inglaterra y Francia (West Ham y Bastia), antes de dejar el fútbol en el Gil Vicente al final de la temporada 2004-2005.
Pese a no ser un punta muy destacado, la ausencia de un nueve definido en el fútbol luso le permitió acumular ocho goles en los catorce partidos que disputó con la camiseta de su selección.
Integrado en la estructura del club de Barcelos, la directiva pensó en él para hacerse cargo de la primera plantilla en marzo de 2006 tras la destitución de Ulisses Morais, con el equipo tercero por la cola con veinticinco jornadas disputadas. Pese a sus esfuerzos no pudo evitar el descenso de categoría, que se produjo no sobre el césped sino en los despachos.
Tras la travesía del desierto que supuso la temporada 2006-2007, en la vuelta a la segunda categoría del fútbol portugués los "gallos" soñaron con el ascenso hasta el último momento, aunque finalmente no pudieron rematar la faena.
Tras tres años en el norte Alves llegó a otro de sus antiguos equipos como futbolista, el Unión Leiria. El objetivo era volver a la élite, pero sólo siete jornadas después del arranque de la competición era cesado debido a los malos resultados.
Sin apenas tiempo para reaccionar cambiaba de ciudad, pero no de categoría. El 28 de noviembre era presentado como nuevo técnico del Vizela, al que guió hasta la permanencia.
En el verano de 2009 hacía las maletas para acompañar a su ex-compañero Oceano en la selección portuguesa sub 21, asumiendo también la dirección del conjunto juvenil. Su labor en la Federación finalizó en marzo de 2010, cuando el Gil Vicente decidió apostar otra vez por él para mantener la categoría en la segunda división del país vecino. Lo consiguió con comodidad al finalizar en décimo puesto.
Su buena labor ha continuado en esta temporada. Con la segunda vuelta recién comenzada el Gil Vicente es quinto, a cuatro puntos de la zona de ascenso a la Liga Sagres. Además, sus hombres están realizando un gran papel en la Copa de la Liga, donde recientemente empataron con el Oporto. El final de temporada será el juez que dictamine si 2011 es el año de la consagración definitiva de Paulo Alves en los banquillos.
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