Hablar de Papin es hablar de gol desde su irrupción en el fútbol francés allá por 1984. Después de pasar por grandes como el Olympique de Marsella, Milán y Bayern de Munich, el galo apuró sus últimos años como profesional en el Girondins de Burdeos y en el Guimgamp, donde colgó las botas en 1999.
Fuera del circuito profesional, mató el gusanillo jugando en varios equipos amateurs mientras hacía sus primeros pinitos como técnico. De hecho consiguió el ascenso de categoría con el FC Bassin en 2006, lo que le abrió las puertas de un club superior, el Estrasburgo.
En mayo de ese año cogió el mando de la escuadra alsaciana, que acaba de descender a la Ligue 2, para sustituir a Jacky Duguépéroux. Después de una gran temporada el Racing volvía a la máxima categoría del fútbol francés al finalizar tercero tras Metz y Caen.
Después de ese éxito se preparaba su debut entre los mejores de Francia, pero conflictos con pesos pesados del vestuario y rumores sobre una entrevista para convertirse en entrenador del Lens acabaron con sus huesos en la calle.
El elegido para ese cargo fue Guy Roux, aunque Papin no tardó en recalar en el equipo de Pas-de-Calais. Irónicamente fue una derrota ante el Estrasburgo la que le dió la oportunidad de dirigir a los "sangre y oro", al renunciar Roux al cargo tras ese choque.
No puedo empezar con mejor pie, porque una goleada (5-1) sobre el Young Boys en la vuelta de la Intertoto metía al Lens en la Copa de la UEFA.
Pero fue un espejismo, porque las prontas eliminaciones en Europa y en la Copa, unidas a una irregular temporada en liga (donde el Lens bordeó puestos de descenso) provocaron la no renovación de su contrato.
Tras un tiempo alejado de los banquillos, en diciembre de 2009 volvió a pisar el área técnica para dirigir al Chateauroux de la Ligue 2. Sustituía a Dominique Bijotat tras la derrota ante el Ajaccio, aprovechando el parón navideño, y con "la berrie" en la zona caliente de la tabla.
Los tres primeros partidos de 2010 se saldaron con una victoria y dos empates, pero el equipo entró en una mala racha de resultados que colocaron a los de Papin al borde del abismo. Tres victorias en las cuatro últimas jornadas sellaron la permanencia de la entidad de Berry, aunque Papin no siguió en el club tras el final de temporada.
Este año no ha encontrado acomodo, por lo que habrá que esperar para saber si JPP podrá seguir impartiendo magisterio desde el banquillo.
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