Ciro Ferrara marcó toda una época como central de dos de las instituciones futbolísticas históricas del Calcio, el Nápoles y la Juventus de Turín. 49 veces internacional, 500 partidos en la Serie A, 8 ligas y una Champions son sólo parte de su carrera como futbolista profesional, que se extendió desde 1984 a 2005.
Al año siguiente entró a formar parte del staff técnico de Marcelo Lippi en la selección italiana, donde vivió el título mundial logrado por los transalpinos en Alemania 2006.
Después de este logro Ferrara entró a formar parte del cuadro técnico de la Juventus, haciéndose cargo de las secciones inferiores de la "Vecchia Signora" junto a otro histórico como Gianluca Pessotto. Entre tanto el napolitano logró la licencia UEFA de entrenador, lo que le abría la posibilidad de dirigir a equipos profesionales.
Su oportunidad llegó a lo grande: en la antepenúltima jornada de la temporada 2008-2009 se produjo la destitución de Claudio Ranieri después de un empate en casa ante el Atalanta que alejaba a los juventinos de la segunda posición. Ferrara firmó dos victorias ante Siena y Lazio que permitieron a los blanquinegros adelantar "in extremis" al Milán, lo que provocó que la directiva turinesa renovara su contrato para el año siguiente.
Buscando volver a la senda del título, la Juve se reforzó con nombres como Diego, Felipe Melo, Cannavaro, Grosso o Martín Cáceres. Con esos nombres los piamonteses firmaron cuatro victorias y dos empates en las seis primeras jornadas de la Serie A, colocándose a un solo punto del líder, la Sampdoria.
En Champions también mantenía el tipo, con dos victorias y dos empates que le permitían llegar con opciones de arrebatarle la segunda posición de grupo al Bayern de Munich.
Sin embargo, todo se torció a finales de noviembre: el equipo perdió comba en liga frente al Inter, mientras quedó eliminado en Champions tras enlazar dos derrotas ante Girondins y Bayen, lo que condenaba a su equipo a la Europa League.
Las derrotas inesperadas ante rivales modestos como el Catania hizo que la opinión pública empezara a cuestionar la continuidad de Ferrara en el banquillo de Delle Alpi. Pero el golpe de gracia, se lo dió su antecesor en el puesto, Claudio Ranieri, que al frente de la Roma consiguió una victoria que colocaba a los juventinos en sexta posición.
Para colmo de males la Juventus fue eliminado en la Copa de Italia por el Inter en San Siro, lo que terminó por decidir el cese de Ferrara el 29 de enero del año pasado, siendo reemplazado por Alberto Zaccheroni.
Ocho meses después le llegaba una nueva reválida, al ser anunciado como nuevo seleccionador sub 21 de Italian el 22 de octubre. Al cargo llegaba acompañado por un viejo camarada de sus años en Turín, Angelo Peruzzi tras el fracaso de Pierluigi Casiraghi en la clasificación para el Europeo de la categoría.
Debutó con victoria en amistoso frente a Turquía en noviembre, pero ahora tendrá que afrontar la difícil labor de recomponer el combinado transalpino.
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