Formado en la cantera de Nacional, Pablo Correa jugó en varios equipos de Uruguay antes de saltar primero a Argentina, y después a Francia. En Nancy impartió magisterio durante cinco años hasta su retirada en el año 2000.
A partir de ese momento empezó a trabajar en el staff técnico del cuadro lorenés, hasta que el 11 de noviembre de 2002 sustituyó a Moussa Bezzaz como entrenador de la primera plantilla. La situación era grave, ya que el club estaba último en la Liga 2 (segunda división), y sobre él pesaba la amenaza de la quiebra financiera si descendía a National.
Aunque nadie creía en él, pronto el charrúa empezó a convencer incluso a los más críticos. Consiguió la permanencia, y se ganó el derecho a continuar en el cargo.
El año siguiente supuso un cambio radical en la perspectiva del Nancy, que se mantuvo en la parte alta de la tabla, acabando quinto.
Poco a poco parecía que "les chardons" iban creciendo en ambición. Pese a empezar mal la temporada 2004-2005, con dos derrotas consecutivas, los de Correa se rehicieron para terminar ganando la liga y logrando el regreso a la Ligue 1 con tres puntos de renta sobre Le Mans y Troyes.
Su vuelta entre los mejores iba a ser una prueba dura, pero en una nueva muestra del buen trabajo realizado el Nancy acabó a mitad de tabla, culminando su glorioso regreso a la Ligue 1 con el título de Copa de la Liga conseguido ante el Niza que le daba derecho a jugar en Europa.
Llegaba su confirmación entre los gallos del fútbol francés, y los hombres del uruguayo volvieron a ocupar posiciones cómodas en la tabla. En la UEFA los loreneses dieron de nuevo el do de pecho, eliminando al Schalke 04 en la ronda previa y pasando la fase de grupos (donde coincidieron con el Blackburn de Mark Hughes). Sólo el Shakthar Donetsk de Lucescu fue capaz de apearles de la competición, ya en tercera ronda.
Tal era el apoyo de la directiva lorenesa a su labor que su presidente Jacques Rousselot llegó a a afirmar que no cambiaría a su entrenador ni por Fabio Capello. Y, como prueba de ello, prolongó su contrato hasta 2012.
Parecía que ya había tocado techo, pero la temporada 2007-2008 fue aún mejor. El Nancy llegó hasta cuartos de final de la Copa de la Liga, mientras en la competición liguera completó la machada finalizando cuarto, sólo por detrás de los tres gigantes del fútbol galo: Olympique de Lyon, Girondins de Burdeos (dirigido por Laurent Blanc) y Olympique de Marsella).
La nueva experiencia continental no fue tan satisfactoria como la previa, y los de Correa quedaron eliminados en la fase de grupos de la Europa League. El desgaste hizo mella en el equipo, que pudo mantener la categoría después de una campaña irregular.
Así se iniciaba su octava temporada en el club el año pasado, mejorando un poco su actuación hasta acabar nuevamente en la parte media de la clasificación.
Con veinte jornadas del actual campeonato ya disputadas (y un partido aplazado que disputará mañana ante el Lille), ahora mismo el Nancy de Correa está decimotercero, con un colchón de cinco puntos sobre el descenso. Aunque se ha llegado a especular sobre su marcha, el charrúa sigue al frente del equipo de su vida, quince años después de su llegada a Francia.
El año siguiente supuso un cambio radical en la perspectiva del Nancy, que se mantuvo en la parte alta de la tabla, acabando quinto.
Poco a poco parecía que "les chardons" iban creciendo en ambición. Pese a empezar mal la temporada 2004-2005, con dos derrotas consecutivas, los de Correa se rehicieron para terminar ganando la liga y logrando el regreso a la Ligue 1 con tres puntos de renta sobre Le Mans y Troyes.
Su vuelta entre los mejores iba a ser una prueba dura, pero en una nueva muestra del buen trabajo realizado el Nancy acabó a mitad de tabla, culminando su glorioso regreso a la Ligue 1 con el título de Copa de la Liga conseguido ante el Niza que le daba derecho a jugar en Europa.
Llegaba su confirmación entre los gallos del fútbol francés, y los hombres del uruguayo volvieron a ocupar posiciones cómodas en la tabla. En la UEFA los loreneses dieron de nuevo el do de pecho, eliminando al Schalke 04 en la ronda previa y pasando la fase de grupos (donde coincidieron con el Blackburn de Mark Hughes). Sólo el Shakthar Donetsk de Lucescu fue capaz de apearles de la competición, ya en tercera ronda.
Tal era el apoyo de la directiva lorenesa a su labor que su presidente Jacques Rousselot llegó a a afirmar que no cambiaría a su entrenador ni por Fabio Capello. Y, como prueba de ello, prolongó su contrato hasta 2012.
Parecía que ya había tocado techo, pero la temporada 2007-2008 fue aún mejor. El Nancy llegó hasta cuartos de final de la Copa de la Liga, mientras en la competición liguera completó la machada finalizando cuarto, sólo por detrás de los tres gigantes del fútbol galo: Olympique de Lyon, Girondins de Burdeos (dirigido por Laurent Blanc) y Olympique de Marsella).
La nueva experiencia continental no fue tan satisfactoria como la previa, y los de Correa quedaron eliminados en la fase de grupos de la Europa League. El desgaste hizo mella en el equipo, que pudo mantener la categoría después de una campaña irregular.
Así se iniciaba su octava temporada en el club el año pasado, mejorando un poco su actuación hasta acabar nuevamente en la parte media de la clasificación.
Con veinte jornadas del actual campeonato ya disputadas (y un partido aplazado que disputará mañana ante el Lille), ahora mismo el Nancy de Correa está decimotercero, con un colchón de cinco puntos sobre el descenso. Aunque se ha llegado a especular sobre su marcha, el charrúa sigue al frente del equipo de su vida, quince años después de su llegada a Francia.
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