martes, 19 de abril de 2011

Ilya Tsymbalar



Como muchos jugadores de los noventa, a este centrocampista le tocó elegir entre seguir representando a Rusia una vez desmembrada la URSS o decantarse por su país de origen, Ucrania. Pese a jugar tres encuentros con el combinado ucraniano en 1992, finalmente Tsymbalar optó por la mayor proyección futbolística de la selección rusa. Con ella jugó el Mundial de Estados Unidos en 1994 y la Eurocopa de Inglaterra dos años después.
A nivel de clubes militó en varios equipos de su Odessa natal hasta dar el salto al poderoso Spartak de Moscú, con el que ganó todo lo que se podía ganar en Rusia y fue proclamado Mejor Jugador Ruso. Con los títulos bajo el brazo decidió dejar de un lado lo deportivo para apostar por las ofertas económicas, primero de Lokomotiv y luego de Anzhi Makhachkala, aunque en ninguna de esas dos entidades volvió a rendir al nivel que había conseguido en el Spartak.
En el Anzhi jugó su última temporada en activo, pasando inmediatamente a los despachos para ejercer labores de vicepresidente de la entidad, pero enseguida vió que lo suyo iba a ser entrenar.
El banquillo de los reservas del Spartak fue un buen campo de prácticas para iniciar su nueva carrera, que continuó como asistente en el Khimki durante dos años.
Por fin en 2006 se convirtió por fin en primer entrenador al ser elegido técnico del Spartak-MZK Ryazan, al que llevó a la Russian First Division, la segunda categoría del fútbol de su país.
Casi dos años después, en febrero de 2008, continuaba su progresión firmando por el Nizhny Novgorod, donde debía sustituir a otro ex-futbolista como Dimitri Kuznetsov. Bajaba un escalón para disputar la Second Division y volvía a repetir éxito. Los del Volga acababan terceros en su grupo y certificaban su ascenso con un Ilya Borodin que anotó 23 dianas, siendo segundo en la clasificación de máximos goleadores de la zona de los Urales. 
Eso no impidió que Tsymbalar abandonara el club a principios de 2009, quedando en el paro durante la práctica totalidad del año.
De esa situación salió el 22 de diciembre cuando otro mítico del Spartak de Moscú de los años 90, Igor Lediakhov, eligió a nuestro protagonista para ser su ayudante en el Shinnik Yaroslavl de la First Division.
Tras tres meses de preparación el tándem de entrenadores del "Shina" se estrenó el 27 de marzo del año pasado ganando por la mínima en casa al Dinamo de Bryansk.
Fue un espejismo, porque dos derrotas consecutivas frente a Zhemchuzhina y Krasnodar empezaban a complicar las cosas al cuerpo técnico. Cuatro de doce puntos posibles colocaban al equipo vicecolista, y hacían del choque ante el Salyut Belgorod una auténtica final.
El empate a uno en el Estado Shinnik del pasado 10 de mayo condenaba a Lediakhov y sus ayudantes.
Apenas un mes después recibió la llamada del Baltica Kaliningrado, aunque todo quedó en agua de borrajas al fracasar las negociaciones para su contratación.
En diciembre si cuajó su regreso al Khimki, en esta ocasión para ser auxiliar de Alexander Grigoryan. Apenas tres meses después, el pasado 31 de marzo, abandonaba la entidad moscovita por divergencias con el primer entrenador, siendo ésta su última experiencia por el momento en el complicado mundo de los banquillos.

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