Típico centrocampista brasileño, además de la liga de su país le dió tiempo a viajar a destinos tan dispares como Portugal, Uruguay, Italia, Argentina y Jápón, antes de que la "saudade" le hiciera retornar a Brasil para jugar hasta en seis equipos distintos, retirándose en las filas del Inter de Limeira en 2004.
Este campeón de la Copa América 1989 y del Mundo sub-20 cuatro años antes empezó a adentrarse en los entresijos de los vestuarios de la mano de Zetti, de quien fue ayudante en clubes como Paraná, Atlético Mineiro y Fortaleza.
Precisamente en este conjunto tuvo su primera experiencia profesional, accediendo al cargo tras la destitución de su "profesor". Consiguió dos victorias en los últimos encuentros de la Serie B, convirtiéndose del subcampeonato del Campeonato Cearense del año siguiente.
Eso hizo que a mediados de 2008 fuera contratado por el Avaí para hacer frento a la segunda parte del Campeonato Catarinense y para el Brasileiro B, consiguiendo un ascenso histórico para el "León" después de 29 años de ausencia de la élite nacional. Completó ese gran año levantando el trofeo que acreditaba a los de Silas como campeones del Catarinense, lo que le valió ser galardonado con el nombramiento de mejor entrenador de la Serie B y con el Trofeo Gustavo Kuerten al técnico del año en el estado de Santa Catarina.
Su estreno en la Serie A fue espectacular, logrando un increible arranque que situó al Avaí en un impensable sexto puesto. Su ciclo glorioso al frente del club de Florianópolis terminó el 26 de septiembre de 2009, al anunciarse la no renovación de su contrato. Aún así terminó su contrato esa temporada, confirmándose como la revelación del Campeonato.
Sin apenas tiempo para celebrar los reconocimientos recibidos el 6 de marzo de 2009 fue anunciado oficialmente como nuevo entrenador de Gremio de Porto Alegre. Empezó de la mejor forma posible, arrebatando a Internacional el Campeonato Gaucho en la final a doble partido.
Durante los meses de febrero, marzo y abril logró el récord de victorias consecutivas en la historia de Gremio con quince triunfos, destacando también por su trabajo de base al dar oportunidades a futbolistas jóvenes en el primer equipo.
Llegaba el momento de dar el do de pecho en la liga, y allí el "Tricolor" pinchó en hueso. El equipo no terminaba de arrancar, y como si de una maleficio se tratase la décimotercera jornada fue gafe para Silas, que fue destituido tras perder en casa ante el Fluminense.
Le quedó el consuelo de haber firmado una buena temporada en la Copa, llegando a semifinales, donde cayó ante el Santos.
A finales de agosto del año pasado aterrizaba en el Flamengo de la mano de Zico, director deportivo del cuadro carioca y ex-compañero de Silas en la "canarinha". Debía remontar un mal arranque en la Serie A, pero un triste balance de una sola victoria, seis empates y cuatro derrotas provocó su cese a principios de octubre.
El pasado 15 de febrero anunció su regreso al Avaí, contrariando declaraciones hechas durante su etapa en Gremio y en las que afirmó que nunca volvería a dirigir al club con el que había conseguido sus mejores resultados como entrenador equipo.
Una semana después redebutaba en choque correspondiente a la primera fase de la Copa de Brasil. El Avaí ganó 3-0 a domicilio al Vilhena, confirmando su pase a la siguiente fase, donde dejaron atrás al Ipatinga para citarse en octavos con el Botafogo.
Buenas sensaciones para el inicio de la Serie A, que arrancará el próximo 21 de mayo.
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