Sinónimo de calidad, Balakov formó parte de la mejor generación de futbolistas que ha dado Bulgaria en su historia junto a Stoichkov, Letchkov y Kostadinov. Salido de la cantera del Veliko Tarnovo, dejó huella posteriormente en Sporting de Lisboa y Stuttgart, donde se retiró después de 236 partidos y 54 goles en 2003.
Nada más retirarse empezó a tener contacto con los banquillos al ser nombrado asistente de Felix Magath en el cuadro suabo., que consiguió el cuarto puesto en la Bundesliga y fue eliminado en octavos de final de Champions por el Chelsea.
Al año siguiente siguió en el cargo, aunque acompañando esta vez a Matthias Sammer. El equipo volvió a caer en semifinales de la Copa de la Liga, mientras en la UEFA el Parma apeaba a los alemanes en la prórroga y les impedía llegar a octavos de final. La buena noticia llegaba en la competición doméstica, donde mantuvieron el tipo para acabar quintos y volver a obtener plaza europea.
Le llegaba el momento de volar sólo, y en el verano de 2005 fichaba por el modestísimo Plauen como jugador-entrenador, lo que le sirvió para ir acercándose a su sueño de dirigir a un equipo de nivel.
Esa oportunidad se le presentó en enero de 2006, cuando el Grasshoppers se puso en contacto con él para reemplazar a Hanspeter Latour tras el parón invernal. Eliminados de la UEFA y de la Copa, los "saltamontes" sólo podían aspirar al subcampeonato liguero, ya que el Basilea gozaba de doce puntos de ventaja en el liderato. No pudo ser, y ni siquiera estuvieron en el podio, ya que el Young Boys les arrebató el cuarto puesto final.
A pesar de todo continuó en el cargo, y el tiempo pareció darle la razón en principio, porque después de una dura pretemporada en el Intertoto y en las eliminatorias previas de la Copa de la UEFA, consiguió meterse en la competición continental. Su suerte acabó en la fase de grupos, donde acabó último tras perder los cuatro partidos que disputó.
En liga tampoco fue un año exitoso, porque tras estar todo el año a mitad de tabla fue destituido tras caer goleado en casa por el Thun en la penúltima jornada.
Pese a todo, Balakov no abandonó Suiza: en octubre de 2007 firmaba con el colista Saint Gallen, que había cesado a Rolf Fringer. Pese a sus esfuerzos sólo pudo eludir el descenso directo y jugar la promoción contra el Bellinzona, aunque no sirvió de nada, porque los verdiblancos terminaron perdiendo la categoría.
Con este pésimo bagaje Balakov volvió a su Bulgaria natal para hacerse cargo del Chernomorets Burgas en diciembre de 2008. Con el equipo en pleno parón de invierno, su debut se produjo en marzo con una victoria ante el Botev Plovdiv. Con resultados irregulares, al final de año sólo conseguía escalar hasta la séptima paza.
En la temporada siguiente daba un paso adelante al meter a los suyos entre los cinco primeros, sólo por detrás del Litex Lovex y de tres equipos de la capital (CSKA, Levski y Lokomotiv).
Este año, a punto de terminar la primera vuelta, el trabajo de Balakov está dando por fin sus frutos. El Chernomorets es tercero, a seis puntos del Litex, y en segunda ronda de Copa venció con contundencia (0-5) al Vihren Sandanski.
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