martes, 30 de noviembre de 2010

Ali Daei



El mejor jugador de la historia del fútbol iraní, que consiguió hacerse en hueco en la Bundesliga alemana, es hoy en día un respetado técnico en el fútbol del país asiático.

Tras medio década en Europa, Daei decidió volver a casa para jugar sus últimos años de fútbol entre el Al-Shabab, el Persépolis, el Saiba y el Saipa, donde decidió acabar su carrera en 2007, a los 38 años.

Estando todavía en activo, en octubre de 2006, fue nombrado entrenador interino del equipo tras la destitución de Werner Lorant. Posteriormente fue ratificado, entrando por la puerta grande con la consecución de la Copa del Golfo Pérsico (la liga de Irán).

En su segunda campaña no pudo repetir éxito, ya que acabó undécimo, pero lo compensó con un gran rendimiento en la Liga de Campeones asiática. Ese buen trabajo hizo que la Federación iraní contara con él para ocupar el cargo de seleccionador, que compaginó con el Saipa desde marzo hasta mayo de 2008.

Una vez clasificado el Saipa para cuartos de la competición continental, Ali Daei dejó el club para centrarse en la selección, dejando paso a Pierre Littsbarski.

En los amistosos el equipo rindió a gran nivel, repitiendo actuación en el primer grupo de clasificación para Sudáfrica 2010, donde los "persas" lideraron por delante de Emiratos Árabes Unidos y Siria.

Tras esa primera fase pasó a un segundo grupo, donde Irán coincidió con las dos Coreas, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Precisamente una derrota frente a los de José Peseiro el 28 de marzo del año pasado supuso su destitución, cuando su equipo ya no tenía opción de obtener billete mundialista.

Sus críticas le achacaban una endeblez defensiva continua, mientras a su favor estaba la buena labor ofensiva y la introducción en el seleccionado de jóvenes valores, aunque eso no fue suficiente para evitar su cese.

Esa mala noticia no rebajó su caché, y apenas dos semanas después rechazaba la oferta del Rah Ahan. Posteriormente su nombre se relacionó con el Persépolis, pero el elegido fue Zlatko Kranjčar. Poco tuvo que esperar para tomar las riendas del equipo, porque el croata fue despedido tras una trayectoria irregular de dos victorias, cinco empates y una derrota.

Ahora mismo, y a punto de llegar al ecuador de la competición, el Persépolis de Daei está cuarto, a cinco puntos del líder, el Zob Ahan.

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