Posiblemente el primer futbolista asiático que triunfó en Europa, Cha Bum-Kun dejó huella en la Bundesliga, donde triunfó en las filas del Eintracht de Frankfurt y el Bayer Leverkursen. Tras 10 exitosos años en Alemania, decidió retirarse y volver a Corea del Sur.
El Ulsan Hyundai fue su trampolín durante 4 años antes de dar el salto a la selección surcoreana. Su rendimiento inicial fue más que satisfactorio, clasificando a los "Guerreros Taeguk" para el Mundial de Francia. Sin embargo, una vez en la Copa del Mundo las cosas no pudieron ir peor, cayendo goleados por México y Holanda, y arrancando un sólo empate ante Bélgica. En medio de críticas y con graves acusaciones de Cha hacia la Federación Coreana de Fútbol, fue expulsado del país.
Ese suceso hizo que tuviera que continuar su carrera como técnico en China, y más concretamente en el Shenzen Ping'an.
De vuelta a Corea, se hizo cargo del Suwong Bluewings, con el que conquistó la K-League en 2004. Tras ese logro se centró en su gran meta, hacer de Corea un "gigante futbolístico". Para ello, volcó también su actividad en la formación de nuevos jugadores a través de una escuela fundada bajo su tutela.
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