Otro auténtico clásico del fútbol de los noventa y principios de siglo XXI. Deschamps ganó todo lo que se podía ganar a nivel de clubes con equipos como Olympique de Marsella, Juventus y Chelsea, hazaña que remató alzándose con el Mundial 1998 y la Euro 2000 en las filas de Francia.
Sus características en el campo le auguraban un buen futuro como técnico, y empezó a mostrarlo en al mes de retirarse. El Mónaco fue quien le brindó la oportunidad de estrenarse en los banquillos, y en su primer año salvó la categoría in extremis.
Fue una toma de contacto, porque en la temporada siguiente, la 2002-2003, se iban a empezar a ver los frutos de su trabajo. Los monegascos alcanzaron el título de la Copa de la Liga, a la vez que se convirtieron en alternativa a ganar la Liga, que finalmente recayó en el Olympique por un sólo punto.
Su caché estaba subiendo como en la espuma en el Luis II, y nuevamente colocó a los blanquirrojos en tercera posición al final de la Ligue 1. Aunque ese año donde realmente sobresalió el Mónaco de Deschamps fue en la Champions League. Tras pasar la fase de grupos, los del Principado dejaron en el camino a Lokomotiv de Moscú (octavos), Real Madrid (cuartos) y Chelsea (semifinales) para retarse en la final con el Oporto de Mourinho. Hasta ahí le llegó la gasolina al equipo del francés, que cayó de forma contundente ante los "dragones" por 3-0.
El listón era elevado para Deschamps, que no pudo repetir hazaña en la máxima competición continental (fue eliminado en octavos por el PSV), aunque si rindió a buen nivel en la liga doméstica, repitiendo tercera plaza final y sacando billete para la Champions del año siguiente.
Cinco años habían desgastado al ex-capitán francés, que en la séptima jornada de la temporada 2005-2006 renunciaba al cargo por los malos resultados y por la falta de apoyo de la directiva monegasca.
Se cerraba un ciclo, pero poco tardó en abrirse otro. Al siguiente año se le ofrecía la oportunidad de entrenar a uno de los equipos de su vida, la Juventus de Turín, que acababa de ser descendido a la Serie B por el "Moggigate". Tras una temporada complicada lideró el regreso de la "Vecchia Signora" a la Serie, que se confirmó el 19 de mayo de 2007 con la victoria sobre el Arezzo. Sin embargo, ese fue el principio del fin, porque fuertes discrepancias con la directiva juventina llevaron a su dimisión nada más acabar la temporada.
Tras un año en el dique seco, se presentaba un nuevo reto para Deschamps en otro de sus ex-equipos. En mayo de 2009 fue designado como entrenador del Olympique de Marsella, reemplazando a Erik Gerets en el cargo. Nuevamente tuvo un debut espectacular y alzó a los de la Costa Azul al título de liga después de una sequía de 18 años, a lo que añadió la primera Copa de la Liga en la historia del club. La única nota negativa la dejó el francés en la Champions League, donde el Olympique no pudo pasar a octavos en un potente grupo donde coincidió con Real Madrid y Milán.
Esta temporada las cosas tampoco han empezado a rodar en esta competición, donde los franceses son terceros en el Grupo F por detrás de Chelsea y Spartak de Moscú. Para compensar, los blanquiazules son segundos en la Ligue 1 tras la diez primeras jornadas de campeonato, a sólo un punto de distancia del Rennes.
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