Conocido en nuestro país por su bigote y por haber vestido la camiseta del Valladolid en la temporada 1992-1993, Rajimov fue otro de esos futbolistas a los que la desintegración de la URSS llevó a jugar con dos selecciones distintas, Rusia y Tayikistán, su país de orígen.
Surgido de la cantera del SKA-Pamir de su Dushanbe natal, fichó por el Spartak de Moscú antes de tener un fugaz de paso por nuestra liga. De vuelta a Rusia, jugó en el Lokomotiv y de nuevo en el Spartak para emprender la aventura austriaca en 1995.
Cinco temporadas en el Austria de Viena y una en el Admira Wacker fueron el preludio de su retirada en las filas del Ried, allá por el año 2002.
Asentado ya en este país, fue contratado como técnico del Admira Wacker en diciembre de ese mismo año para reemplazar a Walter Knaller e intentar luchar por la permanencia en la Bundesliga, algo que consiguió al escalar desde el farolillo rojo hasta la séptima plaza a final de temporada.
Al año siguiente mejoró sus números en liga para finalizar sexto, alcanzando los octavos de final de Copa, pero eso no impidió que renunciara al cargo una vez finalizada la campaña.
Dos años después retornaba a Rusia para hacerse cargo del FK Amkar Perm, que se encontraba en puestos de descenso. Tras una serie buenos resultados el Amkar se mantuvo en la Premier League y Rakhimov firmó un contrato de dos años con el club a comienzos de 2007.
Con él en el banquillo los rojinegros firmaron un buen año, asentándose en la zona media de la tabla, lo que provocó su cambio de aires. El 6 de diciembre de 2007 firmaba con el Lokomotiv de Moscú, campeón de Copa y que acababa de ser eliminado de la UEFA al terminar colista del grupo B.
La llegada de Rajimov no sirvió para ganar la Supercopa rusa, que caía del lado del Zenit, ni tampoco para debutar con victoria en la Premier, donde el cuadro ferroviario cayó por la mínima ante el Rubin. No pintaba bien, pero a partir de ahí todo fue sobre ruedas: diez jornadas sin perder auparon al Lokomotiv a la tercera plaza, empatado a puntos con el Spartak.
Sin embargo, no pudieron mantener ese ritmo tras el verano, y finalmente tuvieron que consolarse con el séptimo lugar en la Premier.
2009 empezó de forma irregular para el "Loko", que no terminaba de arrancar en liga y que además era eliminado en Copa por el CSKA en cuartos. El golpe de gracia se lo dió el Kuban Krasnodar, que con un gol del ghanés Haminu Dramani sentenciaba al técnico tayiko a finales de abril.
A principios de septiembre, menos de veinte meses después de abandonar Perm, Rakhimov volvía al Amkar, que nuevamente se encontraba en problemas y había sido apeado de la Europa League por el Fulham. No sólo salvó al equipo, sino que además llegó a semifinales de Copa, donde el Zenit tenía que recurrir a la tanda de penaltis para impedir que llegara a la final.
El arranque de la nueva temporada volvió a situar a los de Rakhimov en la zona baja de la tabla, y sólo en la última jornada pudo asegurar su permanencia entre los mejores del fútbol ruso.
Hace dos meses arrancaba su tercera temporada en el cargo. En Copa fueron apeados en octavos por el Krasnodar, mientras en la Premier los rojinegros están en penúltima posición cuando se llevan disputadas diez jornadas.
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