lunes, 16 de mayo de 2011

Petar Houbchev



Un ejemplo más de la gran hornada de futbolistas búlgaros de los años noventa. Houbchev formó parte del equipo que logró la cuarta plaza en el Mundial de Estados Unidos, una hazaña increible para un país con escaso palmarés futbolístico.
Tras desarrollar sus primeros años en Bulgaria, este central pasó a Alemania, donde pasaría sus últimos años como profesional entre Hamburgo y Eintracht de Frankfurt, finalizando su carrera en el equipo reserva de esta entidad en 2003 a la vez que compaginaba labores de entrenador ayudante.
Unos meses después de colgar las botas se incorporaba al staff técnico de la selección búlgara de la mano de Plamen Markov, consiguiendo clasificarse para la Euro 2004, donde el equipo no pudo pasar de la primera fase. A la vez iniciaba su aventura a nivel de clubes dirigiendo al modestísimo FC Italia Enkheim.
Continuó posteriormente con su ex-compañero Stoichkov en el cargo, compartiendo su tiempo con su trabajo de técnico en el Bad Vilbel de la Liga de Hesse, donde permaneció desde octubre de 2004 a marzo de 2005.
Ese mismo verano le llegaba la oportunidad de enseñar lo aprendido al firmar como máximo responsable del Slavia de Praga, pero a los tres meses de su llegada abandonaba la entidad cuando los "blancos" se situaban octavos de la A Grupa, la máxima categoría del fútbol búlgaro.
Lo hacía para volver al filial del Eintracht, que se encontraba en la parte baja de la Liga de Hesse. Bajo su mando las "águilas" levantaron el vuelo para escalar hasta la undécima plaza final. En su segundo año subió dos puestos, pero en el tercero no pudo acabar el trabajo, dejando a los suyos cerca de la cabeza cuando llegó el parón invernal.
No se quedó parado mucho tiempo, porque la segunda vuelta llevó a nuestra protagonista al equipo reserva del Wolfsburgo, integrado en la Regional Norte y que pretendía salir del farolillo rojo. Houbchev no pudo conseguir su objetivo, dejando al club en ese mismo puesto al finalizar la campaña.
Otro paso por el fútbol más modesto fue el preludio para su regreso a Bulgaria en el verano de 2009. Su destino era el Chernomorets Pomorie de la segunda división, que bajo su mando acabó séptimo en el grupo Oeste de la liga. 
La nota la dieron los de Houbchev en la Copa, donde después de doblegar a Dunav Ruse, Botev Vratsa, Minyor Pernik y Kaliakra Kavarna se citaban con el Beroe de otro técnico del que hemos hablado en este blog, Ilian Iliev. Al final un gol de Atanasov en el tiempo extra impedía que los "tiburones" escribieran una página de honor en la historia del fútbol búlgaro.
Este año no se ha podido repetir éxito en la competición del KO, donde han caído en octavos ante el Litex Lovech, aunque en Liga mantienen las opciones de ascender al estar empatado a puntos con el segundo clasificado, el Spartak Plovdiv. 

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