Uno de los mejores delanteros escoceses de los años ochenta y noventa, Johnston marcó goles para los dos protagonistas del "Old Firm" (Celtic y Rangers), amén de hacerlo también para Watford, Nantes, Everton, Hearts y Falkirk antes de cruzar el charco para enrolarse en los Kansas City Wizards. En el cuadro yanqui siguió demostrando su instinto "asesino" hasta su retirada en 2001.
Dejaba atrás un polémico traspaso a los protestantes Rangers (era un católico confeso) y una fama de juerguista que hizo que Alex Ferguson le dejara fuera del Mundial de México 1986.
Dos años después de dejar los terrenos de juego emigraba desde Missouri hasta Nueva York para convertirse en ayudante de Bob Bradley en los MetroStars. Tras no superar los cuartos de final de play-off en ninguna de las dos primeras temporadas, Bradley fue despedido a cinco jornadas de terminar la Major Soccer League 2005, asumiendo su segundo el cargo de forma interina.
Sus números: 3 triunfos, 1 empate y 1 derrota, convirtieron a Johnston en entrenador para la campaña siguiente, coincidiendo con el cambio de nombre de la franquicia a Red Bull New York.
Tras seis jornadas sin ganar los de la "Gran Manzana" consiguieron su primer triunfo en su séptimo partido ante el Chivas USA por 5-4. Una sola victoria en los siguientes cinco encuentros provocó el cese del escocés el 27 de junio de 2006, con un balance 2 victorias, 3 empates y 7 derrotas.
Apenas dos meses después, el 22 de agosto de 2006, Maple Leaf Sports & Entertainment (MLSE), empresa propietaria del Toronto FC de la MLS, anunciaba la contratación de Johnston como responsable del conjunto canadiense de cara a la temporada 2007.
Su labor al otro lado de la frontera no pudo ser más desastrosa, logrando marcas nada positivas como la racha más larga en la historia de la MLS sin marcar (824 minutos) o el período más prolongado sin goles en un arranque de campaña (558 minutos).
Estos nefastos resultados hicieron que el antiguo internacional escocés fuera relevado del cargo al finalizar el año. Aún así no abandonó el club, ya que fue nombrado director deportivo de los "reds", dejando el banquillo en manos de John Carver.
En ese cargo permaneció hasta el pasado noviembre, cuando él y el entrenador por entonces, Preki Radosavljevic, fueron cesados por otro pésimo año.
Ésta ha sido su última experiencia hasta ahora dentro del mundo del fútbol, tanto en el banquillo como en los despachos.
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