Maccabi Haifa, Maccabi Tel Aviv y la selección de Israel se reparten la carrera de este defensa que cumplió 45 años hace apenas una semana. Tras disputar más de 300 partidos en la liga hebrea y acumular más de 80 entorchados internacionales Klinger dijo adiós a los terrenos de juego en 1998.
Retirado en las filas del Maccabi Tel Aviv, ese mismo verano pasaba directamente al staff técnico del conjunto macabeo para ser asistente de Avram Grant. Tras dos temporadas en ese puesto, en el año 2000 decidía volar solo al aceptar la oferta del Beitar Be'er Sheva de la segunda división, al que llevó a una histórica tercera, perdiendo la posibilidad de ascender a la Premier League por sólo un gol.
Un cuarto puesto en su segunda temporada fue suficiente aval para retornar al Maccabi, aunque ahora como primer entrenador. Su arranque fue espectacular, devolviendo el título a las vitrinas del club después de seis años de sequía.
No pudo repetir éxito al año siguiente, cayendo en la fase previa de Champions y acabando como subcampeón de liga.
El siguiente hito en su palmarés fue la clasificación para la fase de grupos de la máxima competición continental, donde consiguió una victoria histórica ante el Ajax y un empate contra la Juventus. De vuelta a casa la discreta octava plaza en liga fue compensada por la Copa ganada al Maccabi Herzliya en la tanda de penaltis.
Esos logros no le valieron para terminar la siguiente campaña, renunciando a su puesto el 5 de diciembre de 2005 tras un mal arranque de temporada, en el que los macabeos fueron eliminados en la previa de la UEFA por el APOEL Nicosia chipriota.
Precisamente Chipre fue su siguiente destino. En el verano de 2006 firmaba como técnico del Enosis Neon Paralimni, al que dejaba quinto de la First Division, la máxima categoría del fútbol de la isla.
No abandonaba Chipre para su siguiente trabajo, ya que se hacía cargo del AEK Larnaca. Llevaba a los "guardianes" al cuarto puesto, aunque en su segunda campaña no tenía suerte y era destituido cuando el equipo bordeaba los puestos de descenso.
Asentado ya en una liga que empezaba a dominar, la 2008-2009 llevaba a nuestro protagonista al recién ascendido Paphos, al que salvó del descenso de forma brillante.
Eso le valió un contrato de tres años con el AEL Limasol, con el que se comprometió por tres años. Sólo cumplió cuatro meses de ese período, porque a principios de 2009 se sentaba en el banquillo del Nea Salamina Famagusta, colista en ese momento de la First Division.
Con el hebreo al mando no se pudo lograr el milagro, consumándose la pérdida de categoría el pasado verano.
Tras un periplo de cuatro años en Chipre, hace diez meses emprendía el regreso a casa para dirigir al Happoel Be'er Sheva. El "Orgullo del Negev" ha finalizado la liga a mitad de tabla, mientras en el resto de competiciones nacionales, la Copa y la Toto Cup, ha tenido un rendimiento discreto.
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