Otro auténtico "killer" del área en los noventa. El bosnio, criado en el Velez Mostar, fue ídolo en San Sebastián para después jugar en Barça, Tenerife, Alavés y Maccavi Tel Aviv, donde colgó las botas allá por 2001. En la liga dejó registros a tener en cuenta, ya que en nueve temporadas en nuestro país llegó a dispuitar 263 partidos en Primera, logrando 105 goles en Primera.
Alejado ya de los terrenos de juego decidió volver a San Sebastián con su familia. Allí comenzó a acercarse al mundo de los banquillos, y lo hizo en una de las instituciones más ilustres del fútbol vasco, el Antiguoko. Tras sacar el carnet debutó dirigiendo al equipo juvenil de este club.
Tras unos primeros años de toma de contacto le llegó la oportunidad de acercarse al fútbol profesional, y fue precisamente en la Real Sociedad. En febrero de 2006, con el club "txuri-urdin" cerca de los puestos de descenso, la directiva decidió cesar a Amorrortu y poner en el cargo de entrenador a José Mari Bakero. Acompañando al de Goizueta se sentó el bosnio, logrando la permanencia.
Cumplido el objetivo principal, el contrato de ambos fue renovado. Sin embargo, poco duraron en el cargo: en la duodécima jornada se producía el cese del cuerpo técnico, que sólo había sacado cinco empates y era colista junto al Nastic de Tarragona. De esta forma acababa la primera experiencia de Kodro en la élite del fútbol español.
Catorce meses después cumplía otro de sus sueños. Si primero se había sentado en el banquillo de Anoeta, en enero de 2008 fue nombrado seleccionador de Bosnia como sustituto de Fuad Muzurovic, destituido tras no clasificar al combinado balcánico para la Eurocopa de Austria y Suiza. En su debut no pudo evitar la derrota de su selección en el Estadio Nacional de Tokio. Dos tantos de Koji Yamase, en los minutos finales, después del marcado por el defensa Yuji Nakazawa, propiciaron el triunfo local por un claro 3-0.
Su objetivo era claro, clasificar a los bosnios para el Mundial de Sudáfrica. Sin embargo la aventura de Kodro al frente de la selección de su país no duró mucho. En mayo de 2008, con dos partidos dirigidos (la derrota ante Japón y un empate con la Eslovenia de Srecko Katanec), Kodro fue cesado tras un enfrentamiento con la Federación de su país.
Su objetivo era claro, clasificar a los bosnios para el Mundial de Sudáfrica. Sin embargo la aventura de Kodro al frente de la selección de su país no duró mucho. En mayo de 2008, con dos partidos dirigidos (la derrota ante Japón y un empate con la Eslovenia de Srecko Katanec), Kodro fue cesado tras un enfrentamiento con la Federación de su país.
Ese desencuentro tuvo como motivo un amistoso que el organismo federativo había concertado en Irán, sobre el que el seleccionador no había dado su visto bueno. El largo desplazamiento a Irán que interfería a la preparación de la selección provocó no solo que Kodro se negara a dirigir a la selección, sino que jugadores importantes de la selección se negaran a acudir a jugar ese encuentro. Al presidente de la federación, Hamdija Abdic, no le tembló el pulso y decidió apartar del puesto a nuestro protagonista, que se quedó sin poder afrontar un grupo de clasificación en el que los balcánicos iban a coincidir con la España, Turquía, Béligica, Armenia y Estonia.
Pese a las protestas de la afición, la decisión fue firme y el de Mostar decidió retornar a Donosti. En la temporada 2008/09 Kodro regresó de nuevo a la Real Sociedad, esta vez como entrenador de la Real Sociedad juvenil de División Honor. Tras dos temporadas al frente de los juveniles (en su segundo año fue segundo sólo por detrás del Athletic), este verano fue nombrado entrenador del filial blanquiazul, que afrontaba su retorno a la Segunda División B.
De momento las cosas no le van mal a su equipo, que ahora mismo es octavo en el Grupo II (aunque a sólo tres puntos de los puestos de play-off de ascenso a Segunda), cuando estamos a punto de llegar al final de la primera vuelta. Veremos si 2011 le es tan favorable.
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