Integrante del mejor Paris Saint-Germain, el de los Lamá, Valdo, Raí, Ginola, Weah y compañía, este defensa de orígen caledonio tuvo aventuras en Suiza y Escocia antes de volver a Francia para colgar las botas en el Racing de Paris en 1999.
Su pasado de futbolista le facilitó el acceso al banquillo de un equipo, el del filial del PSG, con el que realizó un gran trabajo. Tanto que incluso su nombre fue citado como posible sustituto de Luis Fernández a finales de la temporada 2002-2003, aunque ese rumor se disipó con la contratación de Valid Halilhodzic al banco del Parque de los Príncipes.
Esa decepción queda olvidada en parte cuando fue anunciado como máximo responsable del Estrasburgo. Su debut no pudo ser más alentador, dejando a los alsacianos en décimotercera posición. Su gran baza fueron los goles del serbio Daniel Ljuboja, que marcó un tercio de los goles anotados por el Racing.
Su segundo año fue lastrado precisamente por el fichaje del balcánico por el PSG. El 5 octubre de 2004, con sólo nueve jornadas de la Ligue 1 disputadas se anunciaba su cese aludiendo como razón los malos resultados deportivos del equipo. El Racing era farolillo rojo y la directiva ya había avisado de lo peligroso que era la situación del técnico. La derrota ante el Nantes en casa (0-2) fue la gota que colmó el vaso, dejando su puesto a Jacky Dugueperoux.
Con el arranque de la nueva campaña llegó un nuevo destino para Kombouaré, que firmaba con el Valenciennes en el verano de 2005 por cuatro temporadas. No podía empezar con mejor pie, ganando el campoenato de segunda división y ascendiendo a la Ligue 1 junto a Sedan y Lorient.
Las dos siguiente temporadas al frente de los rojiblancos consiguió mantener al equipo en la máxima competición del fútbol galo, escalando posiciones progresivamente y llegando a cuartos de final de la Copa de la Liga 2008, en los que cayó precisamente ante el PSG.
Su trayectoria parecía lanzada, y en su cuarto año afianzaba a los suyos a mitad de tabla, quedando en dédimosegunda posición, a sólo un punto del Mónaco.
Esos avales fueron más que suficientes para que recibiera una llamada desde París en mayo de 2009. Kombouré debía sustituir a su ex-compañero Le Guen en el banquillo capitalino. Una campaña en la que no superó la mitad de la tabla en la liga y en la que cayó con Guingamp en los dieciseisavos de final de la Copa de la Liga, la salvó al ganar la Copa de Francia en la que eliminó a Aubervilliers, Évian, Vesoul, Auxerre y Quevilly, y derrotó en la final al Mónaco con un gol en el tiempo añadido de Hoarau. Con ese triunfo no sólo conseguía plaza para la Europa League, sino que además se unía a la exclusiva lista de entrenadores que han logrado un título con el PSG junto a nombres como Gerard Houllier, Artur Jorge, Luis Fernández o el propio Le Guen.
El verano trajo la Supercopa ante el Olympique de Marsella, donde los parisinos cedieron sólo en la tanda de penaltis. Para compensar, los de Kombouaré cerraron su pase a la fase de grupos de la Liga Europa derrotando al Maccabi Tel Aviv.
En esta competición es donde el PSG está dando sus mejores prestaciones: fue líder del Grupo J, superando a Sevilla y Borussia Dortmund, para superar en segunda fase al BATE Borisov bielorruso. Hace una semana dejó abierta la eliminatoria para estar en cuartos de final al perder por la mínima en Lisboa ante el Benfica (2-1).
En liga los parisinos son ahora mismo quintos en liga, aunque a sólo tres puntos de puestos Champions, mientras en la Copa de Francia están a semifinales, donde partirán como favoritos para eliminar al modesto Angers. Sólo el tiempo dirá si Kombouaré podrá repetir título copero y a la vez sacará billete para la máxima cita continental.
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