Parte fundamental de la mejor selección colombiana de todos los tiempos, Leonel Álvarez disputó dos Mundiales y cinco Copas América. A nivel de clubes jugó las ligas colombiana, española, mexicana y estadounidense, jugando sus últimas campañas entre Deportivo Pereira y Deportes Quindío, donde dio por finalizada una prolífica carrera a los 38 años.
En 2007 decidió trasladar a los banquillos su experiencia futbolística. Su primer destino fue el Deportivo Pereira: a finales de marzo se incorporaba como asistente técnico del staff dirigigo por Hugo Castaño.
El objetivo era tratar de sacar al equipo del último lugar de la tabla de posiciones en la que se encontraba, con tan solo cuatro puntos de veinticuatro 24 posibles. Al final del Apertura la situación no mejoró, acabando el cuadro matecaña en penúltima posición.
Tras este primer acercamiento, en julio de 2008 cambiaba de aires y aterrizaba en el Independiente de Medellín como ayudante de Santiago “Sachi” Escobar, hermano del trágicamente desaparecido Andrés Escobar. Juntos consiguieron remontar el vuelo, y a punto estuvieron de hacerse con el título viniendo desde atrás.
En ese cargo se mantuvo hasta que los malos malos resultados del equipo en el Apertura 2009, que dejaron al "Poderoso" en el último lugar de la tabla, provocaron el cese de Escobar.
Leonel Álvarez ascendió de esa forma al cargo de primer entrenador. Sus inicios no fueron tan regulares como el de Remedios hubiera querido, pero poco a poco su equipo fue creciendo, acabando como líder del torneo. Su buena racha continuó en el play-off por el título, donde tras dejar atrás a Deportivo Pereira, Atlético Junior y Real Cartagena los antioqueños se hicieron con su quinta estrella tras derrotar al Huila.
Este éxito hizo de él uno de los técnicos más prometedores de Colombia, aunque también colocó presión sobre sus espaldas.
A la liga había que unir la participación en la Copa Libertadores. En el Apertura el DIM volvió a rayar a un buen nivel, y con sólo dos derrotas en el torneo llegaba a la última jornada segundo, y sólo a un punto del Deportes Tolima. El 16 de mayo se la jugaban esos dos equipos, y curiosamente los dos perdieron, lo que dejó a Leonel con las ganas de lograr el doblete. El mal sabor se agudizó con el mal papel en Libertadores, donde el décano no pasó de la fase de grupos, y con la eliminación en semifinales del play-off ante el Atlético Junior, donde pesó sobremanera el 3-1 de la ida en Barranquilla.
Nada más finalizar la temporada se incorporó a la selección de su país como asistente técnico de Hernán Darío Gómez. Con este dúo los colombianos sólo perdieron uno de los ocho amistosos que disputaron el año pasado, mientras que en 2011 dieron una gran imagen cayendo por un exiguo 1-0 en el Santiago Bernabeu.
Todo ésto servirá para que Colombia prepare la Copa América de Argentina el próximo mes de julio, y para que la carrera en los banquillos de Leonel siga su lento pero seguro despegue.
El objetivo era tratar de sacar al equipo del último lugar de la tabla de posiciones en la que se encontraba, con tan solo cuatro puntos de veinticuatro 24 posibles. Al final del Apertura la situación no mejoró, acabando el cuadro matecaña en penúltima posición.
Tras este primer acercamiento, en julio de 2008 cambiaba de aires y aterrizaba en el Independiente de Medellín como ayudante de Santiago “Sachi” Escobar, hermano del trágicamente desaparecido Andrés Escobar. Juntos consiguieron remontar el vuelo, y a punto estuvieron de hacerse con el título viniendo desde atrás.
En ese cargo se mantuvo hasta que los malos malos resultados del equipo en el Apertura 2009, que dejaron al "Poderoso" en el último lugar de la tabla, provocaron el cese de Escobar.
Leonel Álvarez ascendió de esa forma al cargo de primer entrenador. Sus inicios no fueron tan regulares como el de Remedios hubiera querido, pero poco a poco su equipo fue creciendo, acabando como líder del torneo. Su buena racha continuó en el play-off por el título, donde tras dejar atrás a Deportivo Pereira, Atlético Junior y Real Cartagena los antioqueños se hicieron con su quinta estrella tras derrotar al Huila.
Este éxito hizo de él uno de los técnicos más prometedores de Colombia, aunque también colocó presión sobre sus espaldas.
A la liga había que unir la participación en la Copa Libertadores. En el Apertura el DIM volvió a rayar a un buen nivel, y con sólo dos derrotas en el torneo llegaba a la última jornada segundo, y sólo a un punto del Deportes Tolima. El 16 de mayo se la jugaban esos dos equipos, y curiosamente los dos perdieron, lo que dejó a Leonel con las ganas de lograr el doblete. El mal sabor se agudizó con el mal papel en Libertadores, donde el décano no pasó de la fase de grupos, y con la eliminación en semifinales del play-off ante el Atlético Junior, donde pesó sobremanera el 3-1 de la ida en Barranquilla.
Nada más finalizar la temporada se incorporó a la selección de su país como asistente técnico de Hernán Darío Gómez. Con este dúo los colombianos sólo perdieron uno de los ocho amistosos que disputaron el año pasado, mientras que en 2011 dieron una gran imagen cayendo por un exiguo 1-0 en el Santiago Bernabeu.
Todo ésto servirá para que Colombia prepare la Copa América de Argentina el próximo mes de julio, y para que la carrera en los banquillos de Leonel siga su lento pero seguro despegue.
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